Vamos hoy con una de las últimas paradas de nuestro viaje a Cuba: Baracoa. Barocoa, tierra de chocolate y naturaleza salvaje, era quizás el destino que más nos entusiasmaba de la isla y para llegar hasta él, en la provincia de Guantánamo, tuvimos que sudar un poco y rodar por mucha carretera de lomas y curvas. Precisamente por ser de difícil acceso, Baracoa es una zona a la que no llegan muchos turistas y que vale mucho la pena por sus paisajes -con su Parque nacional Alejandro de Humboldt - y por su gastronomía.

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Después de Viñales y Pinar del Río nos dirigimos hacia la Cuba Central. Pasamos por Cienfuegos (ciudad fundada por los franceses y de estilo neoclásico), Trinidad (ciudad colonial fundada por los españoles) y Santa Clara (donde se encuentra enterrado el Ché). Y terminamos esta ruta de 3 días en Cayo Coco, con playas muy bonitas y paradisíacas pero territorio ya sobrexplotado por el turismo. ¡Os dejamos con las imágenes!

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Al empezar a planear el viaje, todo el mundo que había estado en Cuba nos dijo que no podíamos dejar de visitar el Valle de Viñales, una de las zonas rurales del país y con un valle verdísimo de impresión, zona mítica por sus plantaciones de tabaco y su tranquilidad. Aquí pudimos apreciar que Cuba va mucho más allá de La Habana y que puede ser relajada, tranquila y serena. Si bien hay muchos turistas, el trato con la población autóctona en Viñales es mucho más cercano y puedes apreciar de cerca su solidaridad y confraternidad. Desde Viñales además, fuimos a una de las playas más vírgenes y relajantes de Cuba, Cayo Jutías.

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Aquí va la segunda entrega de imágenes de La Habana. Espero que las fotos os puedan transmitir parte de lo vivido.

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¡Cuba, Cuba, Cuba! Después de tres semanas entre sus ciudades, pueblos, calles y gentes no sé ni por donde empezar... Así que vamos paso a paso y por orden. Nuestra primera parada fue, como no, La Habana, y, de hecho, pasamos por ella en diferentes momentos del viaje. La Habana es una ciudad decrépita donde las haya pero capaz de enamorar a cualquiera con su arquitectura decadente, sus calles desordenadas y su vida y ritmo siempre latente. Como los propios cubanos dicen "La Habana es loca". Os dejo con las primeras fotos.

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