No soy muy de comer en centros comerciales. De hecho, no soy mucho de ir a centros comerciales. Sin embargo, la propuesta gastronómica que os traigo hoy hace que retire lo dicho y me anime más a pisar uno de ellos. Se trata de La Garriga, un restaurante-charcutería de larga tradición en Barcelona (con sede también en Madrid), que cuenta con un espacio en planta -1 del centro comercial Westfield Glòries. Charcutería, carnicería, degustación y restaurante. ¿Qué más se puede pedir? ¡Vamos a verlo! 

No os imaginéis el típico restaurante de paso de centro comercial, ya lo podéis apreciar en la primera foto del post. Entrar en La Garriga supone olvidarte que estás en uno de ellos. El local se ubica en una esquina de la planta -1 (por lo que resulta mucho más tranquilo), cuenta con un amplio salón para 100 comensales y presenta una decoración digna de cualquier restaurante del centro de Barcelona. 

 La Garriga Glòries está abierto durante todo el día, desde la hora del desayuno hasta la cena.  Así, a primera hora ofrecen bocadillos fríos y calientes, zumos y esmorzars de forquilla; al mediodía ponen a nuestra disposición el menú del día, perfecto si trabajáis por la zona o vais a comprar por la mañana; y a la hora de la cena podemos degustar la carta en todo su esplendor (algo que también podemos hacer al mediodía claro). 

En la carta reinan las tablas de embutidos y quesos de elaboración propia, su especialidad, y también su selección de carnes de ternera y buey reposadas. En este sentido, os recomiendo el steak tartar, que te preparan al momento; y también el chuletón.  Para picotear, bravas (con jamón), croquetas (probad las de rabo de toro), huevos estrellados, calamares a la andaluza, pulpo a la gallega... y más. Y para los más tradicionales, en La Garriga se ofrecen platos como el fricandó de ternera. Además, toda la carta va maridada con más de 40 referencias de vinos y cavas.