Lo de Manolo Bakes con Barcelona es una historia de amor que parece que no tiene fin. Tras abrir, con éxito, su primera tienda en el Centre Comercial Glòries, ahora Manolo Bakes confirma su apuesta por la capital catalana abriendo dos tiendas-cafeterías más: una en la calle Calvet, 1 (justo encima de Plaça Francesc Macià) y la otra en la Calle Berlín, 55 (Les Corts). Ambos locales, con terraza exterior, van más allá de una simple tienda y se convierten en unas cafeterías en la que que disfrutar de unos 'manolitos' junto a un buen café de producción propia. ¿Queréis saber más? ¡Pues dadle al leer más!
Manolo Bakes es todo un clásico en Madrid con más de 15 tiendas en la capital española, y quiere ahora convertirse también en un clásico de Barcelona, abriendo de golpe dos cafeterías más en la ciudad y sumando, por lo tanto, un total de tres.
Si por alguna cosa se han hecho populares las tiendas de Manolo Bakes es por sus 'manolitos', unos croissants de mantequilla, pequeños, dulces, crujientes... ¡y deliciosos! Unos croissants que nacieron por casualidad, o mejor dicho, por error, puesto que sus creadores creyeron excederse en la mantequilla, y el resultado fue... ¡un auténtico éxito! De 'manolitos' los hay de múltiples sabores: chocolate blanco, chocolate negro, café, cheesecake, crocanti, jamón ibérico, salmón, queso, aguacate y pollo... Los dulces son deliciosos, pero cuidado con los salados: os los recomiendo encarecidamente. Podéis comprar los manolitos individualmente o podéis crear cajas variadas con ellos, cajas que van de las 8 a las 32 unidades.
Sin embargo, no solo de 'manolitos' vive Manolo Bakes, porque en sus cafeterías, además de croissants, encontraréis también palmeritas, las 'lolitas'; bollería variada (cookies, ensaimadas, donas, napolitanas de chocolate, rollitos de canela...) , bagels de diferentes sabores... y como no, buen café con el que acompañar sus propuestas dulces y saladas.
Los cafés de Manolo Bakes son de producción propia y están hechos con los mejores granos de Arábica procedentes de Sudamérica y África, con los que crean un blend exclusivo con una combinación de granos de café de siete orígenes distintos. Su particular aroma y sabor lo consiguen tostando los granos de diferentes orígenes por separado, con una curva de tueste específica para cada uno lo que potencia aromas, sabor y cremosidad. ¿El resultado? Un café que resulta naturalmente dulce, bajo en cafeína, de una acidez media-baja, con cuerpo y de sabor intenso. Con él crean capuccinos, latte machiattos, flat whites, chai lattes... y muchas opciones más.
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