Igual no diríais nunca que el centro comercial Maremágnum esconde rincones como Barítimo pero si subís a su segunda planta veréis que el ritmo trepidante de abajo se para por completo, y da paso a locales de más nivel, de decoración mucho más cuidada y con una propuesta gastronómica suculenta: Barítimo es un claro ejemplo de ello. El espacio interior dispone de una decoración moderna y contemporánea, pero a la vez acogedora, que contrasta la calidez de la madera con los tonos morados y rosas de sillones, sillas y sofás. Y este espacio, con capacidad para unas 100 personas, desemboca en una terraza en la que disfrutar de la brisa del mar y de las vistas al puerto y a sus barcos.

Además, Barítimo dispone también de una zona de cocktelería, más informal que el restaurante, en la que tapear y tomar algo cuando se pone el sol o en la hora del aperitivo. Con sofás, sillas de cáñamo y muchos cojines, se convierte en el espacio ideal al lado del mar para desconectar y relajarse.