Seguro que si has pasado por la calle Roselló, 180 te has parado a mirar por sus ventales. A mi me había pasado, y pude comprobar también desde dentro, hace unas semanas, que la gran mayoría de los transeúntes se queda observando su interior desde la calle. Y es que The Spa Kitchen llama la atención, de buenas a primeras, por su cuidada decoración vintage y de aires escandinavos -firmada por Bárbara Aurell, de Espacio en Blanco- algo no habitual en los centros de belleza que hay por Barcelona.Y su fachada natural y retro se ve reflejada también en su contenido, dado que todos sus tratamientos se realizan a base de productos naturales y orgánicos. Equilibrio, relax y buen gusto en un centro de belleza de visita obligada en la ciudad. ¿Lo vemos? 

The Spa Kitchen nació hace unos meses por iniciativa de Ronit Stern, una de las impulsoras también del restaurante Toto. Su filosofía es la misma: si en Toto se cuida el producto y se cocina a fuego lento, en The Spa Kitchen se hace lo propio en el terreno beauty. Todos sus productos son naturales y orgánicos para mimar al máximo nuestra piel, y todos ellos se realizan si prisa pero sin pausa, con sumo cuidado. Además, una de sus máximas es también la higiene, y por ello utilizan instrumentos esterilizados para cada cliente.  Adentrarte en The Spa Kitchen supone un momento de relax absoluto, y os lo digo yo que fui un viernes por lo tarde cuando estaba KO y salí como nueva para empezar el finde. Me hice una limpieza facial completa (con masaje relax craneoencefálico incluido) y una manicura, si bien en el centro encontramos muchas más opciones.

Sus tratamientos son de lo más variados, empezando por las manicuras y pedicuras, con mascarillas exfoliantes, masajes de manos adicionales, esmaltes semi permanentes o de larga duracíón, técnica francesa, nails art, etc. Y realizadas con esmaltes Essie y CND sin tóxicos y aptos para embarazadas. También realizan masajes y terapias corporales, basados en aceites vegetales 100% naturales y orgánicos de las marcas nórdicas Bruket y Merki, combinando técnicas de reflexología y zen y adaptados a todas las necesidades; tratamientos faciales, para cuidar la piel y prevenir su deterioro con productos Is Clinical (limpiezas de cutis completas -como la que me hice yo-, rejuvenating, antiedad...); maquillaje, con productos también naturales, orgánicos e hipoalérficos, y diseño de cejas, extensiones y tinte de pestañas; y por último depilaciones generales, con cera de alta calidad y masaje final para aliviar la zona, aplicando productos para debilitar el crecimiento del vello. Además, The Spa Kitchen ofrece tratamientos a domicilio y  la posibilidad de comprar allí mismo sus productos. Otra de sus opciones interesantes y originales es su Banquete de belleza pensado para cumpleaños, fiestas o bodas.
¿Qué os parece?