Hoy vamos con todo un clásico de la zona alta de Barcelona, con una terraza extensa donde sentirte en plena naturaleza sin salir de la ciudad... Estamos hablando del restaurante La Balsa, un seguro si lo que quieres es comer o cenar en pareja, amigos o familia en un ambiente tranquilo y acogedor. 

La Balsa nació en 1979 de la mano de Memé y Antonio López de Lamadrid, quienes decidieron convertir una magnífica balsa de regadío en un restaurante, conservando lo máximo posible su esencia original, de la mano de los arquitectos Óscar Tusquets y Lluís Clotet. El nuevo acceso, las cocinas, las dependencias auxiliares y un pequeño apartamento en torno a un patio se situaron donde antes estaba el agua. Encima, y dejando unas generosas terrazas perimetrales, se construyó un pabellón exento al estilo chiringuitos de playa. 

 En la zona interior, encontramos un amplio comedor, con una estructura de madera maciza y unos grandes ventanales abatibles para poder contemplar la naturaleza exterior. Y a su alrededor se despliegan las dos terrazas, que permiten disfrutar al aire libre tanto en primavera-verano como en otoño-invierno. Durante los meses fríos la terraza climatizada, con suelo radiante y placas aislantes, nos permite disfrutar del jardín; y a partir de mayo, la terraza de verano abre sus puertas, cubierta por una parra, y perfecta para disfrutar de las noches de calor. 

 La carta de La Balsa, basada en la cocina de mercado, se renueva cada año, apostando por el producto fresco de temporada, de tradición mediterránea. Además, esta siempre cuenta con platos fuera de carta, que se adaptan a cada estación del año. No faltan los arroces caldosos o a la marinera, los canelones, el pescado de lonja y la carne de primera. En nuestro caso probamos la pata de pulpo a la brasa, el tartar de atún rojo, el ceviche de corvina y un clásico del verano, los sonsos. 

 Además de la carta, el restaurante La Balsa cuenta también con una fórmula de mediodía. Un menú completo con bebida incluida por 34€ y también opciones de menú para grupos. La Balsa también ofrece la posibilidad de alquilar parte del local para eventos privados.