En medio de las calles adoquinadas y del bullicioso Eixample de Barcelona, encontramos en Enric Granados un rincón que te transporta directamente a las vibrantes y coloridas calles de México: Cresta Colorada. Cresta colorada es una oda a la autenticidad y la pasión por los sabores mexicanos, un espacio especializado en pollos y otros platos cocinados al horno de brasa, vinos naturales y cócteles con destilados de agave procedentes de pequeños productores. ¿Lo vemos?
Abierto hace apenas cuatro años, desde el momento en que entras por la puerta de Cresta Colorada te envuelve una atmosfera cálida y acogedora, luminosa y alegre y un ambiente festivo y animado, perfecto para una cena entre amigos o una celebración especial. Su divertido interiorismo, inspirado en las calles y los mercados de México, da buena fe de ello.
La oferta gastronómica de Cresta Dorada es sencilla y todoterreno, con ingredientes frescos siguiendo las recetas tradicionales, y aquí el pollo a la brasa tiene una posición privilegiada. En este sentido, el plato estrella es, sin duda alguna, el ‘Pollo pa’taquerar’, medio pollo servido con cuatro tortillas de maíz caseras hechas al momento, frijoles, aguacate, salsa tatemada, salsa roja y cebolla xnipec; siguiéndolo de cerca el ‘Pollo Cresta Colorada’, medio pollo con patatas asadas bañadas en salsa chipotle ranch.
Si no sois muy de pollo ningún problema, en Cresta Colorada hay muchas más opciones, empezando por los entrantes. Más que recomendables sus nachos con guacamole, las tostadas de remolacha a la brasa (con queso de cabra, salsa macha picante, rábano picante y cebolla encurtida), las quesadillas de birria de ternera y los tacos de carnitas y de cochinita pibil.
Otras opciones interesantes para quienes no les apetezca pollo son la Arranchera del Cholo, los 200 g de filete de entraña marinada y cocinada en el horno de brasa, acompañada de queso fundido, guacamole, chiles toreados, salsa de molcajete, salsa
verde y tortillas recién hechas; o la Milanesa de Ternera, filete de rib eye rebozado en panko, servido con salsa de molcajete y puré de patatas ahumado.
Para maridar todos estos platos, nada mejor que vinos naturales. Cierto es que no se suelen asociar restaurantes mexicanos con los vinos naturales pero los creadores de Cresta Colorada decidieron apostar por ellos por su conjunción perfecta con la cocina especiada. A los vinos naturales los acompañan, como no, los mezcales, para tomar en forma de chupito o en forma de cócteles.
Para rematar, postres caseros. Nosotras probamos un flan de elote delicioso. ¡Qué viva México!
¿Dónde? Còrsega, 244
Horario: de lunes a jueves, de 13 a 16h y de 19:30 a 23h.
Viernes y sábados de 13 a 16h y de 19:30 a 00h.
Domingos, de 13 a 16h.
Precio medio: de 20€ a 30€
Más información: Cresta Colorada
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