El local destaca, sin duda alguna, por su terraza, a pie de paseo y climatizada para poderla disfrutar también durante el otoño-invierno. De estilo contemporáneo, cuenta con mesas redondas de madera ideales para grupos, con sillones o sillas, y también con otras más pequeñas para disfrutar de una velada romántica frente al mar. Su carta, fresca y saludable, se divide en dos: mediterránea y asiática, si bien ambas cocinas de fusionan en diferentes platos. En el lado mediterráneo encontramos tapas variadas, carnes, pescados y paellas, platos perfectos para la hora de comer disfrutando del sol. En el lado asiático, buns (pan cocido al vapor con ingredientes varios), diferentes tipus de sushi y también tempuras. En las imágenes que ilustran el post, la cena Flower Power de cierre de verano a la que asistimos, podréis ver algunos de sus platos estrella: ensalada de quinoa con frutas y anacardos, los raviolis de confit de pato con peras caramelizadas, los rollitos vietnamitas (nem) de mango verde, papaya y anacardos , el salmón marinado con jengibre y noodles al dressen y, por último, el entrecot café Paris y el postre, a base de mango y fresas.

Pacha Barcelona además, te permite seguir la fiesta sin necesidad de moverte a ningún otro espacio, ya que, al cerrar el restaurante, abre la discoteca y se puede disfrutar in situ del mejor ambiente.