Terminada el viernes la edición Otoño-Invierno 2014/15 de la 080 Barcelona Fashion, es ahora hora de hacer balance de todo lo visto. Aquí vamos con lo que nos gustó, y lo que no. Las cosas por su nombre.
NOS GUSTÓ
La elección del lugar. Si bien es cierto que en el recinto hacía un poco/bastante frío y que en algunas zonas la visibilidad era dudosa, el Born CC ha supuesto un enclave privilegiado para la 080: por permitir a la pasarela estar abierta a la ciudad y por la belleza del sitio en si. El entorno hizo que los desfiles brillaran aún más.
Justicia Ruano. Siempre me gusta esta diseñadora y esta vez, no fue una excepción. Piezas delicadas, femeninas, alternando el dorado, el rosa, el negro y el rojo con tejidos metalizados y translúcidos.
Georgina Vendrell, 'mención especial' del jurado de esta 080 Barcelona Fashion. Con su colección Dualism ha mostrado su predisposición por el trazo limpio y el estilo arquitectónica, en unas prendas que jugan con los contrastes y la mezcla de texturas. Zapatos neosense, chalecos, sombreros... Promete.
Ssic and Paul. Procedentes de ModaFAD, Paula Boadas y Jessica Raya debutaron en la pasarela con una colección contemporánea y minimalistas. Piezas oversize, formas geométricas y líneas rectas. Nos gustó.
Lebor Gabala. Por presentar una colección de lo más femenina y chic, con la que poder vestir en nuestro día a día: faldas lápiz, mezcla de texturas, vestidos minimalistas de cortes rectos... Será, en cierto modo, un poco más de lo mismo, pero me encantó la propuesta.
Moda FAD. Patricia Ferreira y Guillem Rodríguez fueron los escogidos este año para desfilar en la 080, y no decepcionaron lo más mínimo. Ferreira presentó una colección inspirada en los noventas, que jugó con el contraste blanco-negro, dejándole algún sitio también al gris: faldas de tubo, croptops... Guillem Rodríguez, por su parte, con Vulnerable, jugó con lo maxi y lo elegante del negro y el blanco. Los dos nombres se deben tener en cuenta para un futuro no muy lejano.
NO NOS GUSTÓ
Circo en el que se ha convertido la 080. Colas inmensas y eternas para entrar al recinto en cada desfile, poca organización en lo que respecta a la ubicación de cada persona en la pasarela, gente sacándose autofotos constantemente durante todo el desfile, ocupando un lugar y sudando de lo que se veía en la pasarela y gente sin asiento de pie por el medio, que hacía difícil o casi imposible sacar fotos.
Marca low cost como estrella de la pasarela. Lo he dicho siempre, que la 080 se equivoca centrando toda su atención y dándole el máximo protagonismo a una marca como Mango, la cual se dedica a clonar los diseños de otros y que no aporta nada de nada en el mundo de la moda. Soy la primera que viste de Mango, pero de aquí a pensar que puede ocupar un lugar privilegiado en una pasarela que pretende ser internacional va un trozo... Lo único que hace Mango en la pasarela es seguir alimentando y acrecentando el circo del que hablaba anteriormente.
Ubicación de las Pop-Ups. Antes de empezar la 080 me preguntaba cómo iban a poder meter dentro de las estrechas pasarelas del Born CC todas las Pop-Ups y lo cierto es que mis dudas estaban bien fundadas, porque al llegar allí la falta de espacio era evidente. Había estantes a lado y lado de la pasarela y el espacio para mirar y pasar era escaso, tipo mercadillo. Si quieres dar visibilidad a las marcas jóvenes y a los emprendedores, dásela bien.
Dicho esto, os dejo con una crítica anónima que nos llegó el viernes por la mañana a nuestro mail, y con la que coincido en algunos de los puntos:
Un año más llega el fin del 080 en Barcelona.
Hemos acudido expectantes para descubrir si realmente todas las promesas que nos brinda la organización se han cumplido, deseosos de que la pasarela encuentre su lugar entre las grandes, y deje de ser un evento de segunda división.
Pese a la buena intención de la organización de convertir al 080 en una pasarela itinerante que realce diferentes espacios de la ciudad, hemos de gritar una vez más que esta idea no funciona.
Los que veíamos con buenos ojos la celebración del evento en el D'HUB, un espacio que demostró su adaptación a los usos del 080, céntrico y bien comunicado, hemos visto como de nuevo se ha ido a peor.
El nuevo Mercat del Born, pese a su preciosidad y buena distribución, ha helado (literalmente) la sangre de los presentes. El intenso frío que se ha vivido en los desfiles ha disparado las críticas de sus asistentes, que han debido conformarse con la presencia de mantas para pasar el rato, que en los desfiles dobles podía ser de hasta una hora y todo ello a temperaturas que de buena mañana rondaban los 7 grados.
En ningún evento, del tipo que fuese, se debería permitir esto, por lo que la elección del espacio pese a su belleza se merece un suspenso.
Si Barcelona quiere definir la pasarela, lo primero que debe hacer es definir su ubicación. Si la idea es competir con las grandes, sólo hay que fijarse en que todas las grandes celebran sus semanas de la moda en recintos adecuados a su función. Ifema no es seguramente el lugar más emblemático de Madrid, pero la pasarela allí funciona, y además muy bien y nunca ha habido quejas al respecto.
Pasemos a otro punto discutible de este entramado.
Hemos de plantearnos una vez más el porqué de la presencia de marcas grandes como Desigual o Mango. Algunos dicen que dan prestigio y otros que el capital que aportan permite la celebración de la pasarela. Lo curioso de todo esto es que no es lo uno ni lo otro. Durante estos días uno puede entablar conversaciones con otros colegas del sector, de otras nacionalidades (los cuatro que vienen), y la opinión es siempre la misma: el 080 es una broma. Desde afuera no se comprende como se les da tanta importancia a marcas low cost que repiten y/o copian deliberadamente colección tras colección. Los periodistas ingleses se echan las manos a la cabeza sólo de pensar que Primark pudiese desfilar en la London Fashion Week. Si así fuese, ¿Cómo lo veríamos desde aquí? ¿Realmente daría buena imagen Primark a la pasarela?¿o lo encontraríamos fuera de lugar? La respuesta es evidente.
Pero lo peor es descubrir que es un secreto a voces entre toda la prensa que Desigual y Mango no pagan. Es bastante triste que empresas como estas que facturan miles de millones gracias a la producción masiva de productos de calidad ínfima en mercados subdesarrollados, nos hagan creer que su presencia en una pasarela da caché y deben quedar exentas de pago, mientras que jóvenes diseñadores, creativos y con ilusión, deben aportar mil euros para poder desfilar. ¿Qué son diez mil euros para Mango? La respuesta es nada. ¿Qué son mil euros para un joven español hoy en día? La respuesta es todo.
Es una vergüenza, que como viene siendo costumbre, el apoyo a los jóvenes sea totalmente nulo. Si tan importantes son Mango y Desigual, ¿no sería mejor que pagaran diez mil euros y así poder invitar gratis a diez jóvenes promesas?¿no sería esta la mejor ayuda que se les podría dar? Desde la organización se deberían plantear si realmente su papel es el más adecuado hoy en día.
Al final en un futuro vestiremos todos con la misma basura, y nos quejaremos de que la moda real española esté muerta, cuando nosotros mismos hoy en día la estamos matando.
Por último, sólo queda reflexionar sobre los premios que otorga la pasarela.
Ya está bien de que impere la "dedocracia". Por favor, desde la prensa, pedimos a la organización que realmente conceda el premio a la mejor colección.
En los últimos años hemos visto decisiones totalmente absurdas que encuentran su explicación en los pasillos.
La temporada pasada saltó la polémica al recibir Selim de Somavilla la mención a "la mejor colección" y los asistentes nos preguntamos, ¿si Selim ha ganado a "la mejor colección" porqué motivo ha ganado Brain&Beast?¿han habido dos mejores colecciones? La explicación se la encontraba uno en los pasillos entre rumores: Brain&Beast abrían tienda y necesitaban una ayuda.
La cuestión ahora es saber si este año el ganador tendrá premio porque "le toca" o porque "se lo merece".
Tras ver todas las colecciones, cualquiera con un poco de criterio en esto debería diferenciar entre lo que ha estado bien y lo que no. El primer día de la 080 fue un desastre sin excepción! La calidad de los tejidos se vio pésima en todas las colecciones, así como la confección y se ve a simple vista que son colecciones con prisas y exentas de creatividad.
Pero, ¿recibirá este año Selim de Somavilla el premio porque el año pasado aún no le tocaba y esta vez sí, aún con una colección para olvidar?¿o por el contrario, de nuevo caerá en manos de Manuel Bolaño, cuya colección ha defraudado pero que por todos es sabido que no pasa por sus mejores momento económicos?
¿O realmente el jurado aplaudirá el retorno de Manuel Cruzcastillos y Georgina Vendrell? Ambos diseñadores han vuelto con unas presentaciones fantásticas tras un parón de varios años, y han demostrado porqué se les ha echado tanto de menos. Deberían en la 080 estar bien contentos de tener a estos creativos entre los presentes de este año, pues han subido la calidad media de todo el conjunto y han demostrado que todavía merece la pena acudir a esta pasarela.
En unas pocas horas, sabremos si todavía vale la pena venir a Barcelona y seguir apostando por esta ciudad, o es mejor olvidarla y acudir a todas aquellas pasarelas que le han pasado la mano por la cara (Berlín, Copenhague...).
Es una pena, que Barcelona, una capital del diseño a nivel mundial, haya cambiado aquella maravillosa Gaudí, por la bochornosa 080 que vivimos hoy en día. Y es una pena que todo esto se pueda arreglar con buenas ideas e iniciativas que nunca llegan desde la organización, que está totalmente perdida en su mundo y merece un cambio totalmente radical, pues toda la culpa es suya.
Y a vosotros, ¿qué os ha parecido esta 080 Bcn Fashion?
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