A la hora de cuidar nuestra piel se habla mucho de cremas diarias y de noche, de ácido hialurónico, retinol y demás añadidos, pero poco se habla de algo que resulta crucial para tener una piel sana, joven y luminosa: la limpieza facial. La limpieza no solo prepara la piel para el cuidado posterior y la rutina diaria, sino que repara los daños ocasionados durante el día y por lo tanto, se debería convertir en el eje central de nuestra cuidado facial diario.