Jóvenes, creativos y luchadores. Esta es la carta de presentación de los diseñadores que, semana tras semana, os hemos ido presentando en nuestra sección Nuevas Promesas. Para conocer un poco mejor qué implica emprender dentro del mundo de la moda, hoy os analizamos el perfil de estas jóvenes promesas de este sector tan competitivo.
Hacerse un hueco en el mundo profesional, sea del sector que sea, no es tarea fácil. Y mucho menos lo es, si eres arriesgad@ y decides montar tu propio negocio. Centrándonos en el sector de la moda y el diseño, hay much@s que eligen un camino algo más sencillo (¡y muy bien remunerado, por qué negarlo!) y se embarcan a trabajar en grandes empresas como Inditex. Pero hay much@s otros que deciden tirar la casa por la ventana y, a pesar de la pésima situación económica actual, prefieren hacer realidad su sueño y dar vida a su propio proyecto.
A grandes rasgos, el perfil de los diseñadores emergentes que hemos ido entrevistando a lo largo de estas semanas es muy parecido. Son jóvenes de entre 20 y 35 años, la gran mayoría de estos chicas, que han cursado estudios superiores diseño y que ya tienen cierta experiencia laboral a sus espaldas. Dicho de otra manera, son profesionales que conocen bien el sector, así como todos lo procesos de creación ya que previamente han trabajado en ello para alguna gran empresa o marca. Destacar que hay bastantes casos de profesionales que han decidido crear una nueva marca junto con algún ex compañero de trabajo o estudios.
En el Estado español, las nuevas promesas del diseño son grandes partidarias del Made in Spain, tanto en el origen de los materiales que utilizan para sus creaciones como para la confección de ellos. En preguntarles por las creaciones hechas en casa, ningun@ duda ni un momento en afirmar que en el territorio español se debería de valorar mucho más el producto hecho aquí, aunque sea más caro, porque la calidad es excelente. Además, apuntan, es en otros países donde el Made in Spain se valora muchísimo. Y es que, por regla general, los diseñadores emergentes cuidan hasta el último detalle sus creaciones ya que, por encima de todo, priorizan la calidad de estos.
Y es que, tal y como apuntaba el presidente de la Asociación de Diseñadores Españoles en Movimiento (ADEEM), Ismael Gemio, en el Estado español hay un gran potencial en cuanto a diseño y moda se refiere, el problema es que estos creadores tengan las herramientas adecuadas para llevar a cabo sus ideas y proyectos. Una de las grandes quejas que estos futuros grandes de la moda tienen es, por un lado, la poca información que hay a la hora de emprender. Como comentaba la diseñadora Elisabet Vallecillo, de El Colmillo de Morsa, "hay información demasiado general de cómo crear un negocio pero no centrada en el mundo de la moda", decía. Por otro, y como suele pasar cuando inicias cualquier proyecto, cuesta mucho encontrar financiación. Por tanto, en muchos casos es necesaria la ayuda económica de familiares y amigos, tal y como nos explicaban los chicos de Malahierba. Eso sí, hay quien no duda en compaginar el mundo del diseño con otros trabajos en el sector servicio.
Una vez creada la marca y solucionada cuestión de dónde producir sus creaciones, estos nuevos empresarios deben resolver como dar a conocer su trabajo. Y aquí es donde empieza la verdadera competición. Participar en eventos de moda que, cabe destacar, en Barcelona escasean bastante si se dejan a un lado iniciativas organizadas por los propios diseñadores emergentes, como es el caso de la Dress Up. Muchos intentan hacerse un hueco en certámenes europeos, especialmente en países donde la población está mucho más acostumbrada a consumir moda y diseño de forma habitual. A falta de eventos, muchos diseñadores se aventuran a abrir sus propias tiendas talleres, como es el caso de Raquel Samper, Hiske Ter Veld o bien las chicas de The Box. Eso sí, nunca dejando de lado Internet y las redes sociales, que están despuntando como una de las plataformas más óptimas a la hora de dar a conocer el trabajo de estos profesionales.
Y es que aunque mucho apunten que emprender en tiempos de crisis es un riesgo que a la larga puede salir o no rentable, estos jóvenes rebosantes de talento son unos valientes que trabajan diariamente, sin descanso y con pocas ayudas externas por llevar a cabo sus proyectos dentro del mundo de la moda y el diseño.
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